Redacción Folcklore
Previo a la
semana santa, se conmemora el período de cuaresma, el cual inicia el miércoles
de ceniza y finaliza, al menos en nuestro país, con las pascuas. Para los
creyentes católicos esta etapa significa un acercamiento a la reflexión
espiritual, y aunque muchos puedan estar en contra de esta festividad, es una
de las más asentadas en el folclore nacional.
En El
Salvador, como en otros países de Latinoamérica, la semana mayor llega a su
máxima expresión con el viernes santo, día en que se recuerda la pasión y
muerte de Jesús de Nazareth. Para
culminar con esta celebración se elaboran alfombras con imágenes religiosas en
medio de las calles para preparar el recorrido del santo entierro,
peregrinación que reúne a miles de feligreses en distintas comunidades del país
y en donde se realizan 14 estaciones en las que se medita sobre los
sufrimientos de Jesús.
El culto a la comida.
Una de las
características más evidentes de las tradiciones salvadoreñas es la fusión de
las festividades con la gastronomía popular, el periodo de cuaresma y semana
santa hay platillos que no faltan en ninguna mesa, el pescado es uno de ellos,
ya sea frito, a la plancha, en sopa o relleno, se convierte, más que en un
alimento de la temporada, en un platillo casi obligatorio.
Las frutas,
por otra parte, se reiteran como parte de la dieta en esta época, los mangos y
jocotes son el matrimonio culinario más preciado de los salvadoreños, incluso
se preparan con el delicioso dulce de panela, mezcla a la que se denomina
‘mangos en miel’ y ‘jocotes en miel’.
Otro de los
deleites en esta temporada son las afamadas torrejas, que no es otra cosa que
una torta de pan cortada en trozos, envuelta en huevo, dorada en aceite y
finalmente endulzada con el ya mencionado, y célebre en estas fechas, dulce de
panela.
Por eso, la alimentación sin duda alguna forma
parte muy importante de esta y otras tradiciones de la cultura cuscatleca.
0 comentários: