El centro de San Salvador es una mezcla de belleza arquitectónica rica en detalles, pero decadente en el tiempo.
Texto Lissette Chávez/Fotos Guadalupe Mira.-
Algunas edificaciones logran con un poco de suerte restaurarse, otras con menos fortuna son consumidas por el fuego o se despedazan poco a poco, con el paso de los años.
Lo cierto, es que los grandes edificios del centro de San Salvador, que aún cuentan con un poco de suerte, ha perdido la majestuosidad de tiempos pasados y se han tenido que adaptar a los nuevos tiempos adoptando otras condiciones.
Tanto así que el rescate y la conservación del Patrimonio Cultural del Centro de San Salvador, está siendo solicitado a gritos, por una historia monumental que se niega a perder su belleza arquitectónica.
Así, San Salvador se convirtió en el centro del poder político, económico y religioso de la época, posteriormente las edificaciones fueron instaladas frente a lo que es la plaza Gerardo Barrios, antes conocida como Santo Domingo y donde también se construyó la Catedral Metropolitana y el Palacio Nacional.
Es notorio resaltar que los edificios construidos en esta área fueron destruidos por los terremotos de 1854, 1917 y 1965, por lo que ningún vestigio de la época colonial permaneció de pie, los terremotos de 1986 y 2001 han contribuido a la destrucción de los monumentos.
La mayoría de los edificios que sobreviven datan de los siglos XIX y XX y han tenido que adaptarse al modernismo y de otros sólo queda el nombre.
Con el tiempo y la migración las grandes casas que convertían el Centro de San Salvador en un centro residencial, quedaron abandonadas, “ha habido un cambio de ricos por pobres”, afirma Ana Silvia Menjivar de Sintigo, de Fundación Salvadoreña para la Vivienda Minima (FUNDASAL).
Esto se refleja con las casas y los edificios monumentales como el Palacio y Teatro Nacional, que siguen ahí, pero ya no vivien las familias de grandes apellidos. Silvia de Sintigo, también afirma que las casas residenciales se transforman en centros de comercio, cervecerías, mesones o se queman y se hacen parqueos.
Las majestuosas edificaciones, con estilos arquitectónicos únicos en el país, empezaron a perder su esplendor cuando fueron abandonadas por sus dueños y desde entonces algunos monumentos permanecen vacios y ocultos por las grandes hileras de venta en las calles principales. “Algunas de las casas que sobreviven en el centro parecen el reflejo de la época pasada, pero el comercio las ha transformado”, afirma Silvia de Sintigo (FUNDASAL).
Al observar detenidamente el Centro de San Salvador y ver la grandes transformaciones que una gran ciudad ha tenido, hasta convertirse en un escenario de belleza arquitectónica oculta y en una pobreza visible; por sus calles surge la pregunta, ¿Cómo la historia se transformó en histeria?. La respuesta es sencilla la tragedia y el modernismo.
Los edificios monumentales ubicados en el centro de San Salvador, como el Palacio Nacional, la Catedral Metropolitana, El Teatro Nacional, Casa Ambrogi, Almacén Bou, Biblioteca Nacional, fueron construidos cada uno con un estilo neoclásico y naturalista pero lamentablemente muchos de ellos fueron dañados por los terremotos que han asolado al país y otros han
sido consumidos por las llamas quedando como única alternativa la demolición.
Dina Cordova, asistente de dirección de Patrimonio Cultural asegura, “En el centro de San Salvador el problema es que los materiales con los que están hechos los edificios, no son materiales resistentes a largo plazo”, es por eso que el sistema constructivo es una bomba de tiempo.
El Consejo Nacional para la Cultura y el Arte (CONCULTURA), lo descarta como causa principal de la perdida del patrimonio edificado en el Centro de San Salvador, pero la 2da División de Cuerpo de Bomberos, afirma que el riesgo es latente entre láminas y madera con más de un siglo de vida.
Ábner Hurtado, director de Cuerpo de Bomberos explica que en la madera y en la lámina el fuego se expande rápido y mucho más si se trata de una construcción abandonada.
“Para nosotros la mayor parte del centro y todo aquel tipo de infraestructura de bajareque, madera y lámina corre el riesgo de incendio”, señala Hurtado.
El estado actual de los monumentos históricos de San Salvador, se encuentra en deplorables condiciones, todos aquellos edificios que le daban un legado histórico a San Salvador por su belleza arquitectónica compuesta por estilos jonicos, corintios y romanos, ahora corren el riesgo de desaparecer y con ellos desaparecen las raíces culturales de un pueblo, que día a día luchan por salir adelante y sobre todo conservar la historia de una nación.
La lucha del Centro de San Salvador por conservar su belleza arquitectónica es importante de lo contrario los más de 900 edificios culturales que señala el inventario de Bienes Culturales de CONCULTURA en el Centro de San Salvador, quedaran solamente en la mente de aquellos que tuvieron la oportunidad de caminar por sus calles y las raíces de un pueblo que no tendrán legado cultural.
Esta situación ha obligado a la Alcaldía de San Salvador, conformar la unidad de planificación de la cual dependerán todos los proyectos de recuperación y reordenamiento del Centro Histórico.
El Centro de San Salvador es uno de los pedazos de la ciudad más antiguos y ricos en historia alrededor de todo el país y el rescate de los Monumentos Históricos es importante y necesario para conservar la belleza arquitectónica que poseen.
El mantenimiento y la esencia de antaño harán de los monumentos y del centro de San Salvador la mejor herencia que será entregada a las futuras generaciones, conservando la hermosa y majestuosa arquitectura de una ciudad que se niega a perecer y quedar en el olvido
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