Día de los difuntos en El Salvador: Conviviendo con la muerte

Por Guadalupe Martínez

Cada 2 de noviembre, año tras año, los salvadoreños conmemoran el Día de los Difuntos, familias completas acuden los cementerios para visitar las tumbas de sus seres queridos con flores y adornos.

La música no falta en los cementerios, los músicos interpretan himnos religiosos frente a las tumbas.

Esta es una tradición muy antigua en el país que tiene gran significado para la población y forma parte de la cultura nacional. "Esta es una fecha especial, un día especificado para honrrar la memoria de aquellos que se fueron de este mundo, pero dejaron su huella en él" dice Isabel Olivar, quien acudió al Cementerio Municipal de San Martín para "enflorar" la tumba de su madre.

Algunos aprovechan esta ocasión para reunirse en familia y disfrutar de ricos platillos para luego partir hacia los campos santos con flores naturales o artificiales, globos, adornos de papel y otros tipos de decoración. 

Alicia Guevara de 53 años señala que "Anteriormente la celebración de este día se parecía a la de México porque se le llevaba al muerto la comida que más le gustaba en vida porque se creía que en la noche venía a llevarsela".

Mitos

Existe la creencia de que todos los años llueve en esta fecha y esa lluvía es la despedida del invierno (efectivamente este año llovió).

Hay una leyenda sobre una procesión nocturna que se le aparece a las personas que no conmemoran este día, se dice que le entregan una vela a esa persona si los ve y al siguiente día en lugar de la vela aparece un hueso de brazo humano.