Redacción ECKOS
Maquilishuat.
(Del náhuatl macuilli, cinco, e
ishuat, hoja, pétalo).
La
flora y fauna de un país están estrechamente vinculadas con la cultura popular
del mismo, no solo por los aportes materiales, comestibles o medicinales que
aportan a la gente, sino también por el valor simbólico que llegan a tomar con
el paso del tiempo.
Este
es el caso del Maquilishuat, árbol de hojas grandes y abundantes con flores de
color rosa, cuyo nombre científico es Tabebuia rosea y se encuentra
en los climas tropicales de la región latinoamericana.
Para
El Salvador, sin embargo este árbol se convirtió inclusive en un símbolo
patrio, nombrado como árbol nacional de acuerdo al Decreto
Legislativo N°. 44 del 1 de septiembre de 1939; se hace ver en su mayor
esplendor durante los meses de marzo y abril, cuando se celebra la cuaresma
previa a la semana santa, una de las tradiciones más arraigadas en la nación
centroamericana.
Este
árbol puede medir desde 15 hasta 30 metros de altura. Sus grandes y majestuosas
flores de color rosa, ofrecen distintos grados de intensidad en su coloración.
Cuando el maquilishuat florece, es uno de los más bellos de la región. Su
madera es muy fina, por lo que resulta muy apreciada para trabajos de artesanías
y tiene propiedades medicinales muy poco explotadas.
Las
calles de San Salvador se visten de rosa durante el corto tiempo en que este
espectacular árbol muestra con magnificencia sus bellas tonalidades, que dicho
sea de paso, tampoco son muy apreciados por la nueva generación salvadoreña.
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