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En un esfuerzo extraordinario, el Teatro es reinaugurado el 5 de noviembre de 1978 con la entrega del premio Nacional de Cultura, que ese a...

La nueva era del Teatro Nacional.

En un esfuerzo extraordinario, el Teatro es reinaugurado el 5 de noviembre de 1978 con la entrega del premio Nacional de Cultura, que ese año le fue concedido al caricaturista Toño Salazar en la rama de Artes; y al Dr. Julio Fausto Hernández en la rama de la ciencia. Desde ese día a la fecha,  el Teatro se mantuvo en constante actividad sirviendo a la comunidad, con espectáculos de teatro, Música, Danza, Recitales, Conferencias y actos de gran relevancia en la vida cultural de El Salvador.

El 16 de Febrero de 1979 por Decreto Legislativo, el Teatro Nacional de San Salvador fue declarado monumento nacional. 

Para esa época precisamente  Ana Lidia Cárcamo Alvarenga, de 61 años, en aquel entonces una jovencita sin conocimiento alguno sobre el mundo de teatro ingresó a trabajar como personal de mantenimiento.  Cárcamo, junto a un pequeño grupo de personas,  es una de las empleadas más antiguas del Teatro y compartió con Mirador Cultural sus experiencias a lo largo de los 32 años que tiene de laborar en éste.

 Ana Lidia Cárcamo ha trabajado 32 años en el Teatro.

“Cuando entré a trabajar en el 78 fue durante la remodelación que se estaba haciendo, recuerdo que iniciamos con la obra Señor Presidente de Miguel Ángel Asturias, fue una llena tremenda, y así se presentaron obras como Sueño de una noche de verano, los matinés para niños y así  muchos grupos de teatro que pasaron con sus obras.

La primera impresión de Doña Lidia al entrar al teatro fue su belleza arquitectónica pues anteriormente sólo lo había visto desde afuera, según sus comentarios, los empleados del teatro deben tener amplios conocimientos sobre el mismo, ya que esto les permite desempeñar mejor su trabajo y apoyar el de los demás.
Para Doña Lidia, que en la actualidad labora como colaboradora administrativa, es importante que los salvadoreños conozcan las bellezas que ofrece El Salvador ya que para ella su trabajo durante todos estos años ha sido de las mejores experiencias de su vida, “Tenemos que trabajar para que la cultura  tenga una mayor relevancia en el país, especialmente para la juventud porque hay miles de personas que no conocen el teatro”.

Trabajando bajo las balas

 Don José Hernández tiene muchas historias que contar sobre el Teatro



Los efectos de la guerra durante la década de los 80, no se hicieron esperar, según José Adalberto Hernández, de 55 años de edad, Jefe técnico del Personal en el Teatro Presidente, quien justamente se integró al equipo del Teatro Nacional en ese momento.
“En el teatro hemos trabajado bajo las balas,  la época de 1980 fue la más crítica, muchas veces se tuvo que cerrar por los enfrentamientos que había en los alrededores, o habían bombas, quebraban los vidrios, por eso hay vidrios que están renovados, hubo un tiempo en que se puso todo de madera porque se quebraron casi todos los vidrios”.

Los empleados del teatro, cuenta Don José, también vivieron al igual que miles de salvadoreños,  la incertidumbre que causó el conflicto pues quedaron atrapados muchas veces al interior de la monumental construcción.  Las actividades del teatro, sin embargo, no se suspendieron dice.

A pesar de los inconvenientes, Don José también recuerda las experiencias positivas que le ha dejado su trabajo en el teatro, pues gracias a éste adquirió una amplia formación en esta rama del arte desde el trabajo empírico hasta capacitaciones brindadas por profesionales de trayectoria internacional, que han permitido mejorar el desempeño del personal técnico salvadoreño.

Ciertamente hay más historias que podrían contar los empleados del teatro, incluyendo extrañas llamadas telefónicas, misteriosos accidentes en el escenario, movimiento de objetos sin explicación. En fin, tendríamos que hacer ediciones completas sobre las experiencias de estas personas que se han pasado toda una vida en el maravilloso mundo del teatro. 

Del terremoto en 2001 a la actualidad


El 13 de enero de 2001, el país sufrió un sismo de 7,6 grados en escala de Richter que lo  sacudió durante 45 segundos, suficiente tiempo para causar una catástrofe a nivel nacional y sumado a éste,  otro terremoto exactamente un mes después. Ambos causaron daños irreparables en El Salvador y por supuesto una construcción como la del teatro no sería ajena a sus efectos.
Luego de los terremotos se inició la remodelación de este fascinante monumento nacional, la cual se llevó a cabo del 2001 al 2008, año en que se abrieron las puertas nuevamente al público salvadoreño, desde entonces se realizan presentaciones especiales, obras de teatro, musicales y espectáculos internacionales.

El teatro, sin embargo, aún no tiene la atención de la gran mayoría de los salvadoreños, situación que es más evidente en la juventud. Dicho problema merece especial atención de las autoridades encargadas de la gestión cultural en el país, ya que se deben encontrar nuevas formas para acercar al público nacional a este tipo de actividades que mejoran nuestro nivel cultural e intelectual.

3 comentarios:

  1. Muy escueto el articulo....propongo que se haga un articulo mucho mas amplio como un reportaje o algo por el estilo....yo siempre propongo que si quieren que la gente se acerque más al teatro deberian de hacer presentaciones mucho mas seguido y ademas de eso en horarios mas accesibles....Por la cuestion de la inseguridad eso ayudaria mucho...gracias!!

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  2. El articulo esta muy bien, excelente iniciativa por parte de ustedes por promover el teatro, y en especial la historia del Teatro Nacional.

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  3. Es una buena iniciativa este tipo de reportajes, ya que por mucho tiempo se ha dejado en el olvido joyas tan interesantes como el teatro nacional.
    Invito a todos a conocerlo no se arrepentiran!!!

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